Viernes, en el avión
hacia París.
Nervios, dolor de cabeza,
estómago revuelto, son los síntomas de que voy a correr una maratón.
Faltan dos días y van a
ser muy largos.
La sensación con esta
prueba es diferente a todas las otras, no sé, es diferente.
Ya lo he comentado otras
veces Zatopek dijo: " si quieres correr, corre un kilómetro, si quieres
cambiar tu vida, corre una maratón".
En mi caso es así pasó la
primera y se repite cada vez...
Visto esto, puede pensar que soy un gran atleta, que
persigo grandes tiempos, pero no, la única intención es terminar, cruzar la
meta con una sonrisa de satisfacción.
Últimamente estoy tirando
al monte, el trail me atrae cada vez más, distancias más largas, desniveles,
pero es diferente, la dureza del asfalto en esta distancia es otra cosa, no
solo dureza física yo soy de los que piensa que una maratón se corre con la
cabeza en un 60%.
"Ninguna carrera
comienza en la línea de salida", (Gebreselassie).
Meses de entrenamiento, muchos
kilómetros, madrugones, frío, lluvia.
Las dudas: ¿habré
entrenado lo suficiente?, si, para conseguir el objetivo, si, 3:45.
¿Cuál es el problema
entonces?, muchos, en dos días pueden pasar muchas cosas, desde un catarro,
hasta un tropezón en la calle.
Por no hablar de la
prueba... No sé cómo plantearla, con Joan, con Ramiro, no estoy al nivel de
Fernando, sólo... Pero van a ser cerca de cuatro horas, en este tiempo puede
pasar casi de todo.
Tengo miedo, no mejor
dicho, tengo pánico escénico, entre eso y alguna tontería que he hecho, casi no
he dormido desde el lunes.
Pánico escénico, me
vuelve a doler el piramidal de la pierna derecha, sé que no me pasa nada, pero
no estoy tranquilo, necesito dormir.
Acabo de leer en el Face,
los ánimos de mis amigos, y ayer en el wathap alguien me dio un empujoncito.
Madrugamos el viernes, a
las 07:00 despegamos hacia Barcelona, allí enlazamos con Paris, a las
12:30 estamos en el hotel, lo ha buscado Ramiro, tengo que darle las
gracias, un buen hotel en la mejor zona de París para hacer turismo, y aún
precio mejor que razonable.
Nos vamos a hacer
turismo, Notre Dame, Louvre, etc.
Nos paramos un buen rato
en el en Le pont de les Arts, llama la atención la cantidad de candados que han
ido poniendo en la barandilla parejas de “enamorados”, calculan que hay
alrededor de 700.000.
Sobre las
17:00 nos encontramos con Fer y familia, que salieron más tarde y
nos vamos hasta la torre Eiffel, vale la pena, subir hasta arriba del todo, es
impresionante, en todos los aspectos.
Hemos quedado con Ramiro
para cenar. Los recogemos en el hotel, y a una cadena de estas internacionales
de comida italiana. Cerveza y risas.
Sábado hicimos el día
"ideal" para antes de una carrera como esta.
Madrugamos para ir a la
feria del correo, a las 09:10 estamos allí y menos mal porque a las
12 era ya intransitable, un 10 para la organización, entregamos rapidísimo
el certificado médico, recogemos la bolsa del corredor y nos vamos al stand de
Schneider, nos dan una camiseta y una pulsera para poder entrar
en el punto de
encuentro después de la carrera.
Lo primero que nos encontramos es la madre de
todas las tiendas Asics a que abría la feria.
Muy bien montada,
pasillos ordenados, primero las grandes marcas, Mizuno, Brooks, Salomón,
después algunas marcas más de material deportivo, carreras de todo el
mundo, y nutrición y electrónica.
Pasamos allí tres horas,
con nueva parada en Schneider para "hidratarnos".
Metro al hotel y nos vamos
a trotar medía horita por las orillas de Sena, ducha y a buscar a las familias,
que están en Ópera.
De camino, hago una de
las mías, al bajar una acera me tuerzo un tobillo, a saltos me apoyo en una
pared, me duele muchísimo, no puedo creer que me pase esto, tanto trabajo y en
un segundo todo a hacer puñetas.
Me decían que hacer un
trail a una semana del gran objetivo de la temporada era muy arriesgado, pues
ya ves, el domingo anterior ningún problema y me lesiono paseando, surrealista.
Me tranquilizo y
continuamos andando para rece que duele menos, pero duele, y lo noto hinchado.
No quiero preocupar a
nadie, pero no lo veo claro, 42.195 metros por delante y voy yo y me tuerzo el
tobillo.
Estoy de un humor de
perros.
Comemos y nos vamos a ver
el Sucre Coeur, estupendo, escaleras y cuestas...
De vuelta al hotel me
unto un kilo de bálsamo de Tigre.
Cenamos pronto y a la
cama, en el hotel tengo el pie un poco infamado, así que lo entierro en hielo,
cuando salgo de la bañera, casi me caigo de morros, se me ha dormido y me falla
al apoyarlo.
Dejo todo listo para el
día siguiente ya dormir, el 45903 ya está en la camiseta del CAS.
A las
06:00 suena el despertador, antes de abrir los ojos muevo el
tobillo,
nada, seguro que era miedo, pienso...
Aun así, por si acaso, Radio-Salil, ducha con mucha calma, término de preparar
la mochila que quedara en consigna, y a desayunar cuando bajo ya están allí Fer y Ramiro.
Desayuno de los campeones
y a las 07:00 llega Joan.
El metro va lleno de
corredores, a las 08:00 el Arco del Triunfo es un hervidero.
La consigna perfecta, a
Fer y a mí, nos viene a la cabeza, el desastre de la MAPOMA del año pasado.
Localizados los puntos de
encuentro
Ya está decidido, objetivo:
acabar, óptimo 3:45, pulserita color morado, con los tiempos. Son 22 minutos
menos que mi anterior marca, pero esta vez he hecho los deberes y me encuentro
fuerte y sobre todo animado.
Nos vamos acercando a los
cajones, y de inmediato llegamos a la conclusión de que ante la avalancha de gente, lo mejor es entrar
cuanto antes, besos, abrazos, mucha suerte...
Esto es lo que nos
espera:
Ya estoy solo,
tardo como 15 min. En entrar, no estamos muy apretados hasta me puedo tumbar a
estirar y además hay baños dentro, otro 10 para la organización. Tumbado en el
suelo cierro los ojos e intentó concentrarme para olvidar lo de ayer... Visualizo
las tiradas largas que hice por Coruña.
Van saliendo los de
delante, retiran las vallas y nos vamos adelantando hacia el arco de salida,
debe haber un problema, porque nos retrasamos bastante.
Sale el sol, detrás de las nubes, no me gusta
nada... Empieza a picar.
Venga vamos, salimos,
bajamos la Avenida de Los Campos Elíseos, hasta la plaza de la Concordia, esta
vez incluso demasiado lento, primer km, a 5:40 disfruto de las vistas del
obelisco.
Giramos a la derecha frente al Louvre, y a la izquierda por la Rue Rivoli, impresionante la cantidad de gente que nos anima a los "lentos"
En el km 3 ya voy en
rimo, y recuperando algo para el objetivo de 5:20 , voy atento sé que por
ahí estará Montse, Mónica y compañía para animarnos, efectivamente, allí los
veo a todos.
No sabréis lo que se
agradece eso en estas carreras, tengo muy buenas sensaciones.
Km 5 primer
avituallamiento, botella de agua, hace sol y calor, voy a necesitar mucha agua,
así que no la tiro, la voy a llevar hasta que pueda conseguir otra, en todas
hay partes hay grupo tocando, de todo tipo, batucadas, orquestas...
Ascendemos ligeramente
por la plaza de la Bastilla, y en el km 8 empiezan las molestias en el tobillo.
Un poco antes de segundo
avituallamiento, en el 10, ya en el bosque de Vincennes hago una escala técnica,
más agua.
Me empiezo a desesperar
al notar que se me hincha, no tengo dolor pero las molestias aumenta me empiezo
a desesperar, así que veo una pista de tierra paralela al asfalto, y me salgo
por ella, a ver si un terreno más blando me favorece, al reducir el impacto,
pero nada...
No consigo volver al
5:20, así que a ver si el 5:30, me temo que la pulsera de los tiempos, ya no va
a serie de nada, y yo inocente de mí, había puesto el virtual partner a 5:15
por sí me encantaba bien, iluso. La zona es muy bonita, un parque lleno de
árboles, que nos tapan el sol.
Comenzamos a bajar de la
Bastilla, por un barrio de chalets con una pinta fantástica.
Km. 15, me tomó el primer
gel, acabo la botella de agua, y cojo otra.
Un poco más adelante, me
encuentro con una chica con una camiseta de un club de Zaragoza, la saludo, y
quedo un rato hablando con ella, ha perdido a sus compañeros cuando fue a coger
agua. Más o menos en el km 19, salimos del bosque. Ahora corremos entre
edificios sigue habiendo bastante público, que anima, y nos gritan. Pancarta del 20 y yo que no lo
tengo claro en la bajada, me ha empezado a doler, y noto que cojeo un poco. Aun
así, continuo adelantando gente, pero me cuesta mucho mantener el ritmo.
Media maratón, miro el
reloj, y no se para que, complicado el 3:45, por primera vez se me pasa por la
cabeza, mandarlo todo a freír espárragos y quedarme en el hotel, ya veo que voy
a sufrir, y mucho.
Km. 25, más agua, hace un
rato que se ha nublado, normalmente casi no sudo, pero me cae a chorros por el
cuello ya vamos por la orilla del río, mucho público, alguna bandera española,
me arrimo a la derecha, falta poco para el punto donde quedaron de ponerse los
nuestros.
Se me hace un nudo en la
garganta casi se me saltan las lágrimas.
Allí están todos, no lo
puedo evitar, me paro a darles un beso a mis tres hijos y a Lola, sabe dios
cuanto tiempo llevan esperando para verme pasar, allí de pie, al sol, es lo
menos que puedo hacer. "Vamos corre campeón" me dice Lola, si llega a
saber cómo iba y lo que me esperaba...
Ya hoy mucha gente que
camina...
Pasamos túneles, en el más
largo me ánimo, parece una discoteca, luces, música atronadora... Pasamos
varios mas, las salidas cuesta arriba son como darse contra una pared.
Pasamos al lado de la torre
Eiffel en el km 29.
Llega el km 30, el límite
de mis tiradas largas, mantenerme por debajo de 6 min. el km, es una lucha. Es
un poco pronto, pero que viene a verme el hombre del mazo, lo esperaba
más adelante.
Poco antes me ha pasado
la bandera de las 4 horas, la desesperación se convierte en desolación.
En una de las plazas que
atravesamos, hay un puesto de la organización con masajistas, ni me lo planteo,
si paro me voy para casa.
Sigue habiendo mucho
público y animan mucho.
No contaba con lo que
venía, un tramo se subida hacia un parque situado entre la Torre Eiffel y los
campos Elíseos.
Llevo un rato pensando en
caminar, unos metros, pero me da miedo no ser capaz de volver a arrancar y me
niego a hacer 7 km andando, para eso lo dejo. Y cuando veo esa rampa se me cae
el alma a los pies, pero no paro. Tengo ganas de volver por allí, seguro que no
tiene nada que ver con lo que yo vi ayer, y que es una birria de subida.
Veo a un atleta tirado en
el suelo, atendido por la cruz roja.
Es curioso, pero el objetivo
se transforma, y no me pongo como meta el próximo km, miro el reloj a ver cuánto
falta para los siguientes 500 metros.
El bosque de Boulogne,
debe ser bonito, no lo sé, pero para colmo de males, me entizan amagos de calambres
en los isquios, y tengo que acortar la zancada.
Casi no hay público, así
que mi eterno agradecimiento, a los grupos de música que se han desplazado
hasta allí, si no es por ellos, hubiera sido terrible.
Pasan varias ambulancias
con las sirenas puestas, nada bueno.
Corredores estirando en
las aceras.
Parece una escena de
Walking Dead, está lleno de "caminantes" luchando por llegar a la
meta.
Km 40, me duele muchísimo
todo el pie derecho, realiménteme duele todo pero me concentro, en terminar, he
perdido, más de 20 minutos sobre lo que pretendía hacer, ahora ya sólo importa
terminar, ni siquiera sonreír para la foto, sólo llegar.
Km 41, no sé ni cómo
paso.
Km 42, me doy
cuenta de donde estoy, por la inmensa cantidad de público rugiendo a todo los
corredores.
Km. 42,195, cruzo la
meta, no he mirado ni el tiempo, caminó unos metros y me derrumbo, me dejo caer
de rodillas apoyó la cabeza en el suelo, y me pongo a llorar, a llorar de
verdad, varios corredores se paran a animarme, personal de la cruz roja, a ver
si estoy bien, tardo unos minutos en reponerme. Ha sido tanto trabajo, horas,
esfuerzo, la rabia por no alcanzar el objetivo, estallo en la alegría por haber
conseguido terminar a pesar de todo.
Cuando llego al punto de
reunión me abrazo a mis hijos y a Lola.
Saludo al resto.
Fer 3:27, un monstruo.
Juro que no me vuelven a
pillar en una de estas. (Mentira, por la tarde ya estoy intentando convencerlos
para hacer Roma en año que viene).
Llega Ramiro, otra
bestia, finaliza su primera maratón.
Gracias compañeros.
Por la tarde, paseo
sentaditos en el barco turístico, que andar cuesta y las escaleras matan.
Conclusiones:
Este año, estaba
preparado, creo que no hice nada mal, había entrenado mucho, muchos km
recorridos. Podía hacer, 3:45 perfectamente, incluso menos.
Pero esto me lleva a los
primeros párrafos de esta crónica, que escribí dos días antes de la carrera, y
donde decía que podían pasar muchas cosas.
En contra de la opinión
de todo el mundo, el domingo anterior a la maratón corrí un trail, me decían
que no lo hiciera, que era fácil lesionarme, no pasó nada, y dando un paseo por
la calle me estropeó el día antes.
No es excusa, y es
posible que no fuera la única causa, no seguro que no fue la única causa.
Simplemente, no era el
día para mejorar marca.
Habrá más oportunidades
seguro.
La única pena que me
queda, es no haber podido ver en directo al gran Bekele.
Orgullosísimo de ser
finisher de una gran maratón como la de Paris con más de 50.000 inscritos.
Orgullosísimo de mis
compañeros de club.
Orgullosísimo de mi
familia, que me aguanta me anima y me acompaña.
Y enhorabuena a todos los
Big-Bayers, este fin de semana.
Buf...gallina de piel...
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